Llega el frío del invierno de la vida y conviene acuartelarse para encontrar el calor de los recuerdos, el amparo de los viejos muros recios trabajosamente construidos, para reparar las herramientas y las armas melladas en tantos trabajos y luchas, para ordenar los pertrechos y bagajes acumulados, para descansar y recobrar las fuerzas que necesitaremos en la última batalla.
Para esto es el Cuartel de Invierno.
“HACER VIDA” CONTRA EL VIRUS DE LA SND
““Nosotros hacemos vida en la cocina”. “Pues nosotros no, nosotros más en la sala”. ¿Alguna vez habéis oído esto? Yo sí, muchas veces. Era, sobre todo, cuando las casas de las clases populares o sedicentes medias no eran tan “zulos” como ahora. En los tiempos marengos de mi infancia y juventud, las casas, aún las modestas, tenían una cierta amplitud. La estancia, donde se cocinaba no era pequeña: solía tener una “cocina bilbaína”, de leña o carbón, un fregadero, una despensa (Todavía no había neveras), algunas repisas adosadas a la pared que llamaban “alzadero” y con frecuencia, la mesa...




