Hacen bien las estudiosas, las feministas y tantas otras mujeres, inquietas y lúcidas, en rescatar figuras femeninas relevantes de la historia para que nos sirvan de referencia, ayuden a la emancipación de la mujer y nos permitan recuperar un relato histórico veraz y justo. De ello va a depender mucho una buena educación colectiva. Se trata de rescatar a las mujeres de la “damnatio memoriae” a la que han sido condenadas por el patriarcado.
Hoy, gracias al trabajo de nuestras investigadoras e investigadores, sabemos que todos los gallegos somos hijos de Elba. No confundir con los hijos de Eva. De Elba, al contrario que de Eva, sí tenemos la constancia histórica de que existió hace 9.300 años, en pleno mesolítico, porque se hallaron sus restos en la Cova do Uro, entre Pedrafita e O Courel. Elba es el nombre que le pusieron los científicos y que significa “la-que-viene-del-monte” porque pastoreaba un pequeño rebaño de uros cuando, junto con ellos, cayó al foso donde perdió la vida. Es la primera gallega de la que tenemos constancia y, dada su actividad y el momento en que vivió, sabemos que Elba desarrollaba una actividad puntera y de enorme relevancia, como fue el pastoreo, en un momento de transición entre el paleolítico y el neolítico. El rescate de Elba para la historia de Galicia es una gran noticia. Por ello, la relación de las mujeres relevantes que se logren rescatar de nuestra historia, esa que deberemos aprender en las escuelas, tiene que empezar con Elba. Relevante, prehistórica y la madre de Galicia.
El próximo día 8, las hijas de Elba irán a la huelga y saldrán a la calle por la igualdad, la dignidad de la mujer y la abolición del patriarcado. Es una batalla femenina y feminista. Es un movimiento transversal, profundamente político y superador de esos partidismos, tan viriles y ridículos como estériles. Por ello deberemos demandar de los partidos que ese día se callen y que se abstengan de toda manipulación y/o capitalización de esta lucha. Hoy por hoy estos partidos no son de fiar. Nótese que en España ningún partido relevante está o ha estado dirigido o liderado nunca por una mujer. Y llevamos más de 40 años de una “democracia plena”, al decir del Rey, a quien nadie eligió nunca y que ya le vale.