Muchas veces se producen acontecimientos cardinales de primordial trascendencia que, sin embargo, pasan desapercibidos para la opinión pública y publicada del momento en que suceden. Su capital influencia se percibirá, quizá desgraciadamente, más tarde que temprano.

Tengo para mí que este es el caso de la presentación de una tesis doctoral leída en los últimos días de abril en la Universidad de Santiago de Compostela.

Se trata de la tesis doctoral presentada y defendida por el sociólogo peruano MANUEL ANTONIO GONZÁLES URDAY que investiga y estudia LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE LA AMAZONÍA: LA “COORDINADORA DE LAS ORGANIZACIONES INDÍGENAS DE LA CUENCA AMAZÓNICA” (COICA). Este es el título de la tesis.

Sabido es que “en América latina destaca la emergencia de los movimientos indígenas como protesta a la marginación secular, al racismo excluyente y a la extrema pobreza, de la que no pueden escapar por ser indígenas, y que han acarreado cambios políticos impensables hace años atrás… La movilización indígena ha sido determinante para provocar cambios políticos y de gobiernos en un vendaval de acontecimientos que han desnudado las miserias de sus clases políticas”. Un hecho político y social   especialmente relevante en la cuenca amazónica, la más extensa del mundo y seguramente el principal pulmón del planeta, “con más de 7,5 millones de km2” y que se extiende por Perú, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Venezuela, Surinam y Guyana francesa.

Tal como se muestra en la tesis, “la colonización de la Amazonía fue un proceso violento y veloz, mediante el cual los Pueblos indígenas veían cómo iban perdiendo sus tierras, destruían su hábitat y las formas de sustento vital que habían desarrollado durante siglos de convivencia con la naturaleza”. La reacción de los pueblos indígenas primero fue la búsqueda de refugio, pero pronto fue la resistencia, la lucha y la resiliencia.

“En este contexto, se produjo un salto político espectacular, de ser sociedades horizontales, con una representación política simple, encarnada en la figura de autoridad comunal, sin un liderazgo permanente que una al colectivo de comunidades indígenas (salvo en caso de guerras), dentro del espacio físico al que reconocen como su territorio. Sin una estructura de clases sociales, con valores morales y sociales propios, donde el prestigio social y la autoridad emanaba de su capacidad de compartir y de ser recíproco (algunos las definen como sociedades pre-políticas), pasaron a constituir organizaciones piramidales y sincréticas cuya estructura y funcionalidad fue copiada de las federaciones sindicales, pero a las que incorporaron un sentido y un contenido estrictamente indígena proveniente de un mundo natural tan específico como son las selvas de la Amazonía… Este molde organizativo se difundió por toda la Cuenca Amazónica, y en pocos años las organizaciones…pasaron a construir desde las figuras de autoridad a federaciones por ríos, cuencas, regiones y países, hasta formar una organización internacional: la “Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica” (COICA).

El estudio, el análisis científico y la investigación de estos procesos es el objeto de esta tesis doctoral: extensa, exhaustiva, rigurosa y brillante. Tal como reconoció el tribunal académico, que le otorgó la calificación máxima. Creo que ya no se puede entender ni avanzar en el conocimiento de las realidades históricas, sociales, políticas, económicas y culturales, indígenas y latinoamericanas, sin tener en cuenta esta investigación y, tarde o temprano, será una referencia científica inevitable.

Por todo ello, pienso que hay que felicitar a la Universidad Compostelana por acoger e impulsar este tipo de trabajos, de evidente influencia global; al profesor y politólogo Ramón Máiz por su perspicacia, profesionalidad y acierto en la dirección e impulso de este trabajo; y, claro está al Doctor Manuel Antonio Gonzáles Urday por el valor científico, social, político y ético de su excelente investigación, realizada desde el compromiso con la realidad brillantemente estudiada.

Otrosí digo: La dicha es buena.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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