El gran hallazgo y el éxito, estético e intelectual, de Paco Díaz es haber logrado plasmar en una obra de arte el concepto de “ensamble”, tanto para explicar una figura, la de Isaac Díaz Pardo, como para explorar una idea estratégica de fondo para la construcción de un pensamiento, de una obra, de un ideal, de un país o de una utopía. ENSAMBLE.

Isaac Díaz Pardo fue un polímata, pero un polímata de la modernidad. Era realmente polifacético en el arte y en los diversos conocimientos, habilidades y destrezas como aquellos “hombres del renacimiento”. Por todo esto, un polímata. Pero Isaac no colocaba “al hombre-individuo” en el centro del universo, como en el renacimiento se hacía. Veía más al ·hombre colectivo, “al homo faber” y más como constructor que como centro de nada. Cuando a Isaac alguien le hacía un halago o cuando tenía que hablar de sí mismo, solía decir abiertamente: “¿Eu? Eu son unha merda”. Lo que era interpretado, con frecuencia,  como una boutade, una  pose o un alarde de falsa modestia. Pero lo cierto es que eso, realmente, lo pensaba de sí mismo, pero también de cualquier otro, por ilustre y reconocido que fuese. Para él no existía  diferencia esencial y compartimentación entre los saberes, las ciencias o las artes. Como no existía tampoco diferencia entre lo bello y lo útil, como buen hijo de la Bauhaus. Para él era  imprescindible el ENSAMBLE de lo bello y de lo útil, de lo personal y lo colectivo, de las ideas y las acciones, los oficios, las artes, las ciencias y las letras. Por eso era un polímata de la modernidad.

Esto es lo que supo captar y transmitir Paco Díaz, con una instalación de excepcional belleza, en su obra ENSAMBLEISAAC.

El ENSAMBLE como la mejor descripción de un polímata, como concepto esencial y como mensaje universal.

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