Es una historia ya conocida y que “reconté” hace meses pero que, a mi juicio, hay que seguir contado hasta que entre en el imaginario popular y en el relato de la historia de nuestro país.
Un equipo de investigadoras e investigadores de la Universidad de A Coruña, tras un largo y riguroso trabajo, han descubierto y verificado que los huesos fosilizados hallados en A COVA DO URO, situada entre O Courel y Pedrafita (Lugo-Galicia), pertenecen a una mujer que vivió hace 9.300 años y que murió accidentalmente al precipitarse en la cueva junto con tres uros que pastoreaba. Probablemente a causa de una nevada que ocultó el hueco por donde cayeron la pastora y el pequeño rebaño.
Estamos ante la primera mujer gallega de la que tenemos constancia y el primer indivíduo femenino de este periodo (Mesolítico) que se descubre en la península ibérica. Los investigadores acordaron asignar a esta mujer el nombre de ELBA que significa “La que viene de la alta montaña” e, incluso, una artista forense, utilizando los restos hallados, pudo reconstruir un rostro probable o posible de ELBA. Los científicos nos facilitan también algunas certezas muy sugestivas a la hora de integrar la peripecia de ELBA en nuestra historia colectiva. ELBA tendría, cuando se despeñó, entre 20 y 40 años, era pequeña de estatura y padecía estrés nutricional, lo que revela las carencias y estrecheces que sufría la población de su entorno. ELBA pastoreba su pequeño rebaño, lo que era una actividad puntera o nueva en un momento de transición entre el Paleolítico y el Neolítico. ELBA era, pues, una mujer gallega, activa, emprendedora y con las dificultades y carencias de una vida difícil. Una mujer gallega facilmente reconocible. Incluso físicamente, a juzgar por la reconstrucción de su rostro.
Las gallegas y gallegos somos hijos de ELBA. Más hijos de ELBA que de EVA. EVA es un mito del que no hay ni rastro histórico ni constancia científica alguna. De ELBA tenemos sus restos que nos han dado certezas y que nos darán más. Es nuestra primera referencia histórica. Es la madre de Galicia.
Si, superando la dannatio memoriae con que el patriarcado ha castigado a las mujeres, quisiéramos levantar cuatro pilares, referentes en la historia de Galicia, tendríamos a cuatro mujeres : Elba en la prehistoria, Egeria en la Edad Antigua, María Castaña en la Edad Media y Rosalía en la Edad Moderna y Contemporánea. Sería otra historia.