“Por qué llamas la derecha trinitaria al PP, Vox y Cs?”, me pregunta mi amiga Bárbara. “¡Concreta!”, me reclama.

Pues te concreto. Primero, porque prefiero describir antes que insultar. Y segundo, porque, a mi entender, son “tres partidos distintos y una sola derecha verdadera” y, en este caso, lo trinitario describe mejor que lo tricéfalo, lo tripartito, lo tridentino – por tridente o  por Trento – o lo trifásico, por ejemplo. Creo que este carácter trinitario describe mejor a la tan peculiar derecha española, hija del Movimiento Nacional, no de la Revolución francesa, como la europea.

En el momento en que el modelo bipartidista se pone en cuestión y aparece la llamada “nueva política”, se producen  dos hechos prácticamente simultáneos: Uno, desde la derecha social y económica se reclama un “Podemos” de derechas y Ciudadanos pasa el Ebro para entrar y establecerse en España, con aires de centro-derecha e ínfulas de modernidad;  y dos, el franquismo larvado y latente en el  PP se desprende de la nave nodriza y salta a la arena política arremetiendo contra la “derechita cobarde”, cual inquieto adolescente que mata al padre.

En principio, se pensó que los sucedido respondía a un importante aggiornamento de la derecha española que se desprendería de la tóxica herencia franquista y que, en poco tiempo, Cs y el ala razonable del PP, una vez depurada de la corrupción, se instalarían en el centro-derecha, abjurando definitivamente del franquismo y dejando ese erial para el extremismo neofascista de Vox.

Pero  no fue así, porque quien en la realidad y en la práctica  marcó la agenda de las derechas en España fue Vox, que fue el espíritu que logró arrastrar a su terreno y a su óptica política  tanto al padre como al hijo, incapaces de desprenderse del pelo de la dehesa franquista. Fundamentalmente porque Franco dejó todo “atado y bien atado”, con el nudo gordiano en la cúpula monárquica del Estado, lo que permitió que aquel espíritu del 18 de julio sobreviviera activo en el llamado régimen del 78 e impregnara a fondo a la derecha española. Derecha española que hoy son tres partidos distintos pero una sola derecha verdadera, es decir, heredera y cautiva del Movimiento Nacional. Yo así lo veo.

Comparte esta entrada