No eres lo que dices, ni lo que dices que haces. Eres lo que haces, lo que dejas de hacer y también lo que dices, pero por este orden. Por eso yo, de mí, tengo la opinión que tengo, que es de las que se lavan en casa.

Qué hace, entonces, Pedro Sánchez, qué está haciendo, me pregunto para saber “quien es él y a qué dedica su tiempo libre”.

Pues creo que está culminando, pienso que con éxito, el proceso que comenzó el PSOE hace muchos años, probablemente en Suresnes (1974); que continuó con la aceptación del “consenso” sobre la reforma política frente a la ruptura en la transición (1978); con el abandono del marxismo (1979); con la asunción del modelo bipartidista sobre todo tras el 23-F (1981) y la aceptación de la OTAN (1982-1986); y con la implicación, en las políticas neoliberales, el enganche a la “tercera vía” de Tony Blair y con la reforma, con nocturnidad veraniega, del artículo 135 de la Constitución (2011-2020).

Todo esto supuso, de facto y en la práctica, ir desmontándose de la social-democracia para convertirse en un partido democrático, liberal, europeísta, de corte “keinesiano”, defensor de los derechos individuales, partidario de la ampliación de estos derechos e implicado en la construcción del llamado Estado social o del bienestar. Un partido de centro, democrático y social. Y con estas siglas (CDS), si no tuvieran dueño y no se hubiesen integrado ya en el PP (2005), podría y quizá debería refundarse el PSOE. Para adecuar, a lo que se hace, lo que se dice.

Esta última remodelación del Gobierno demuestra y confirma, por lo que se hizo, que Pedro Sánchez está culminando, con éxito, este viaje o “larga marcha” al centro político. Por eso se mantienen inamovibles las carteras de “las cosas de comer” y de defensa del “orden establecido” (Economía, Hacienda, Interior y Defensa) y se renuevan las demás (2021). Continúan condenados al olvido y a la parálisis los artículos 128 y 131 de la Constitución, que son los que, de aplicarse y desarrollarse, permitirían en España la aplicación de políticas socialdemócratas.

Esto es lo que hacen Pedro Sánchez y el PSOE, digan lo que digan ellos y a pesar de que ese partido cuente con muchos afiliados y afiliadas socialistas o socialdemócratas de corazón y buen a fe.

Las tesis y políticas socialdemócratas las defienden y persiguen hoy en día los partidos del, digamos, “Universo Podemos. Estos, y sin pasarse, son los que desarrollarían los artículos de la Costitución (128 y 131) desterrados de la política española.

Por todo esto lo que yo pienso es que el actual Gobierno de España es realmente una coalición de centro izquierda y muy tímida ella. Y lo digo por lo que hacen e incluso por lo que dicen. Nada que ver con lo que cacarean la descerebrada y atrabiliaria oposición y su extensa comparsa mediática.

Yo lo veo así…, y no es que me guste demasiado.

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